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Anacleto Rogers: Foto de archivo. |
¡¡Saludos moniles!!
Soy Anacleto, líder monil de sección de recuperación de materiales y reutilización de trozos de tela. Hoy, vamos con un “cosplayconsejo”: Despegar dos telas de polipiel y sobrevivir al proceso.
En primer lugar, el primero de los consejos: Si pegáis tela a otra tela, y alguna de ellas lleva polipiel, es probable, en un 70% de los casos que se estropee y no consigáis reutilizarla. ¿Por qué? Porque la polipiel NO es piel, y eso hace que trabajar con ella sea engorroso a la hora de despegarla.
Soy Anacleto, líder monil de sección de recuperación de materiales y reutilización de trozos de tela. Hoy, vamos con un “cosplayconsejo”: Despegar dos telas de polipiel y sobrevivir al proceso.
En primer lugar, el primero de los consejos: Si pegáis tela a otra tela, y alguna de ellas lleva polipiel, es probable, en un 70% de los casos que se estropee y no consigáis reutilizarla. ¿Por qué? Porque la polipiel NO es piel, y eso hace que trabajar con ella sea engorroso a la hora de despegarla.
Vamos a describir rápidamente el
material:
“La
polipiel está compuesta por fibras sintéticas como poliéster
recubiertas de una o varias capas de polímero (la mayoría de las
veces poliamida y en menor medida pcv) por inducción, forro o
encolado para darle una apariencia de cuero que resulta difícil
distinguir del cuero verdadero a primera vista pero cuyo coste es
bastante inferior al cuero verdadero”*
Bien,
esto quiere decir que la polipiel tiene componentes sintéticos,
plástico. Por lo que la mayoría de modos para despegar el pegamento
nos los tiran por el suelo.
Observamos
diversos métodos online para eliminar pegamento de tela, y
encontramos varios. Lo que vamos a analizar, es cómo resultaron cada
uno de los métodos.
Método 1: Agua y vinagre.
Método 1: Agua y vinagre.
El
primer método que localizamos, era aplicar agua -en un 90%- y
vinagre blanco -en un 10%- a las zonas manchadas de pegamento. Para
ello debíamos aplicar con una gasa o toallita de papel -papel de
cocina o papel higiénico sirven- sobre las zonas manchadas de
pegamento y tratar de despegar lentamente...
Pusimos a Kelaía a ello... Pero cuando estaba a mitad del procedimiento, vio que la polipiel que estaba en la superficie empezaba a “sufrir”, esto es que se iba reblandeciendo y permitiendo estirarse levemente, pero sin permitir que el pegamento de quitara.
Pusimos a Kelaía a ello... Pero cuando estaba a mitad del procedimiento, vio que la polipiel que estaba en la superficie empezaba a “sufrir”, esto es que se iba reblandeciendo y permitiendo estirarse levemente, pero sin permitir que el pegamento de quitara.
Resultado:
Peste a vinagre y poco más. Tras media hora de aplicar la
-llamémosla- vinagreta, Kelaía rechazó de plano este método por
infructuoso. Pasamos pues al segundo.
Método 2: Calor.
Método 2: Calor.
Número
2, sugirió calentar por medio de un artefacto misterioso y ruidoso
el pegamento, es un cacharro que sopla aire caliente y usan los
humanos para secarse (posteriormente oímos que se llama secador).
Pilló
la prenda y comenzó a calentarlo. A menos de cinco minutos de
calentar, la polipiel superior sufría más aún. Reblandeciéndose y
despegándose del tejido sobre el que estaba pegado el plástico.
Para explicarlo, colgaremos un croquis:
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Rojo y Verde: Polímero/pvc. Grises: Telas sobre las que va el polímero adherido. Entre verde y gris del medio: Costras de pegamento. |
Las
líneas grises son telas. La línea roja y verde son las
“polipieles”. Rojo y gris-1 si se despegaban, pero quedaba la
polipiel que queríamos recuperar con una capa de tela blanca
(gris-1). Con lo cual, no conseguíamos alcanzar el resultado.
Método
3: Despegando a mano.
Pancho, mono ayudante de Número 2, decidió tirar levemente de las telas, obviando el pegamento. Tras tres tirones, el pegamento no cedió, y además arrancó parte de la polipiel original, lo cual hizo que tuviéramos que romperle tres dedos como pago.
Descartado de pleno este método.
Método 4: Combinando 1 y 2.
Los
tres métodos anteriores, tenían sus ventajas y desventajas, pero no
alcanzaban la solución necesaria para el caso. Así que nos pusimos
a debatir posibilidades. Y llegamos a 3 conclusiones base:
a)
El agua con vinagre, “reblandece la polipiel”, haciéndola
elástica y permitiendo despegarla MUY levemente de la base textil en
la que está confeccionada.
b) El calor, despega el pegamento, pero puede dañar la polipiel donde está fijado.
c) Tirar fuerte, rápido o con poca paciencia da como resultado desgarros en la polipiel.
b) El calor, despega el pegamento, pero puede dañar la polipiel donde está fijado.
c) Tirar fuerte, rápido o con poca paciencia da como resultado desgarros en la polipiel.
Con
estas bases, descubrí que, poco a poco, extremadamente poco a poco,
con paciencia y suficiente café, podías llegar a despegar por
fases.
Procedí
a tomar las telas unidas aún por el pegamento y las miré fijamente.
Elaboré una amenaza no reproducible en escrito -estaba en lengua
macaca- y comencé a aplicar el agua con vinagre en la polipiel
superior -a sabiendas de que NO sería recuperable (no importaba, lo
importante era la tela de abajo-, y empecé a estirar muy levemente
pero firme la tela. La polipiel, poco a poco, se fue desligando de la
base textil, y fui retirándola.
Quedaba
pues una tela de polipiel con una tela blanca de hilo sobre ella.
Además del pegamento.
Cuando
se “secó”, procedí a aplicar el secador sobre la tela de hilo,
y con esmero y tranquilidad, fui despegando esta tela blanca
lentamente, mientras aplicaba con el secador el aire caliente
directamente sobre la zona que iba despegando (nota monil: quema,
usar guantes de cocina no sirve -el calor los daña-, no hemos
probado con guantes de cuero de verdad).
Si
había sido aplicado “poco” pegamento, se iba reblandeciendo
lentamente y permitía que nos lleváramos la tela de hilo, dejando
la “mancha” de pegamento sobre la polipiel base. En zonas donde
el pegamento había sido aplicado a conciencia, no se despegaba la
tela del todo, provocando “minidesgarros” sobre la polipiel.
Y,
una vez despegadas todas las telas de hilo, teníamos una tela de
polipiel con manchas de pegamento, pero sin la otra tela que habíamos
pegado encima.
Para
la limpieza de la polipiel, lo más recomendable -puesto que se puede
mojar- es pillar una taza con agua caliente (algo menos caliente que
para hacer una infusión) y pasar una toalla de papel mojada en este
agua sobre las manchas de pegamento. Si véis que no se van, probad a
calentar más el agua y tened cuidado de no quemaros.
Y
así, queridos lectores, es como conseguimos despegar dos polipieles
unidas con pegamento.
¡Ciao!
PD: * fragmento de definición de polipiel extraído de http://www.ribescasals.com/blog/usos-y-caracteristicas-de-la-polipiel/-
PD: * fragmento de definición de polipiel extraído de http://www.ribescasals.com/blog/usos-y-caracteristicas-de-la-polipiel/-
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