ÚNETE AL EJÉRCITO DE MONOS

miércoles, 19 de marzo de 2014

¡Monoconsejo nº 1! : Despegando polipiel


Anacleto Rogers: Foto de archivo.
¡¡Saludos moniles!!

Soy Anacleto, líder monil de sección de recuperación de materiales y reutilización de trozos de tela. Hoy, vamos con un “cosplayconsejo”: Despegar dos telas de polipiel y sobrevivir al proceso.

En primer lugar, el primero de los consejos: Si pegáis tela a otra tela, y alguna de ellas lleva polipiel, es probable, en un 70% de los casos que se estropee y no consigáis reutilizarla. ¿Por qué? Porque la polipiel NO es piel, y eso hace que trabajar con ella sea engorroso a la hora de despegarla.

Vamos a describir rápidamente el material:

La polipiel está compuesta por fibras sintéticas como poliéster recubiertas de una o varias capas de polímero (la mayoría de las veces poliamida y en menor medida pcv) por inducción, forro o encolado para darle una apariencia de cuero que resulta difícil distinguir del cuero verdadero a primera vista pero cuyo coste es bastante inferior al cuero verdadero”*

Bien, esto quiere decir que la polipiel tiene componentes sintéticos, plástico. Por lo que la mayoría de modos para despegar el pegamento nos los tiran por el suelo.

Observamos diversos métodos online para eliminar pegamento de tela, y encontramos varios. Lo que vamos a analizar, es cómo resultaron cada uno de los métodos.




Método 1: Agua y vinagre.

El primer método que localizamos, era aplicar agua -en un 90%- y vinagre blanco -en un 10%- a las zonas manchadas de pegamento. Para ello debíamos aplicar con una gasa o toallita de papel -papel de cocina o papel higiénico sirven- sobre las zonas manchadas de pegamento y tratar de despegar lentamente...

Pusimos a Kelaía a ello... Pero cuando estaba a mitad del procedimiento, vio que la polipiel que estaba en la superficie empezaba a “sufrir”, esto es que se iba reblandeciendo y permitiendo estirarse levemente, pero sin permitir que el pegamento de quitara.

Resultado: Peste a vinagre y poco más. Tras media hora de aplicar la -llamémosla- vinagreta, Kelaía rechazó de plano este método por infructuoso. Pasamos pues al segundo.


Método 2: Calor.

Número 2, sugirió calentar por medio de un artefacto misterioso y ruidoso el pegamento, es un cacharro que sopla aire caliente y usan los humanos para secarse (posteriormente oímos que se llama secador).

Pilló la prenda y comenzó a calentarlo. A menos de cinco minutos de calentar, la polipiel superior sufría más aún. Reblandeciéndose y despegándose del tejido sobre el que estaba pegado el plástico. Para explicarlo, colgaremos un croquis:

Rojo y Verde: Polímero/pvc.
Grises: Telas sobre las que va el
polímero adherido.
Entre verde y gris del medio:
Costras de pegamento.


Las líneas grises son telas. La línea roja y verde son las “polipieles”. Rojo y gris-1 si se despegaban, pero quedaba la polipiel que queríamos recuperar con una capa de tela blanca (gris-1). Con lo cual, no conseguíamos alcanzar el resultado.








Método 3: Despegando a mano.

Pancho, mono ayudante de Número 2, decidió tirar levemente de las telas, obviando el pegamento. Tras tres tirones, el pegamento no cedió, y además arrancó parte de la polipiel original, lo cual hizo que tuviéramos que romperle tres dedos como pago.

Descartado de pleno este método.




Método 4: Combinando 1 y 2.

Los tres métodos anteriores, tenían sus ventajas y desventajas, pero no alcanzaban la solución necesaria para el caso. Así que nos pusimos a debatir posibilidades. Y llegamos a 3 conclusiones base:

a) El agua con vinagre, “reblandece la polipiel”, haciéndola elástica y permitiendo despegarla MUY levemente de la base textil en la que está confeccionada.
b) El calor, despega el pegamento, pero puede dañar la polipiel donde está fijado.
c) Tirar fuerte, rápido o con poca paciencia da como resultado desgarros en la polipiel.

Con estas bases, descubrí que, poco a poco, extremadamente poco a poco, con paciencia y suficiente café, podías llegar a despegar por fases.

Procedí a tomar las telas unidas aún por el pegamento y las miré fijamente. Elaboré una amenaza no reproducible en escrito -estaba en lengua macaca- y comencé a aplicar el agua con vinagre en la polipiel superior -a sabiendas de que NO sería recuperable (no importaba, lo importante era la tela de abajo-, y empecé a estirar muy levemente pero firme la tela. La polipiel, poco a poco, se fue desligando de la base textil, y fui retirándola.

Quedaba pues una tela de polipiel con una tela blanca de hilo sobre ella. Además del pegamento.

Cuando se “secó”, procedí a aplicar el secador sobre la tela de hilo, y con esmero y tranquilidad, fui despegando esta tela blanca lentamente, mientras aplicaba con el secador el aire caliente directamente sobre la zona que iba despegando (nota monil: quema, usar guantes de cocina no sirve -el calor los daña-, no hemos probado con guantes de cuero de verdad).

Si había sido aplicado “poco” pegamento, se iba reblandeciendo lentamente y permitía que nos lleváramos la tela de hilo, dejando la “mancha” de pegamento sobre la polipiel base. En zonas donde el pegamento había sido aplicado a conciencia, no se despegaba la tela del todo, provocando “minidesgarros” sobre la polipiel.

Y, una vez despegadas todas las telas de hilo, teníamos una tela de polipiel con manchas de pegamento, pero sin la otra tela que habíamos pegado encima.

Para la limpieza de la polipiel, lo más recomendable -puesto que se puede mojar- es pillar una taza con agua caliente (algo menos caliente que para hacer una infusión) y pasar una toalla de papel mojada en este agua sobre las manchas de pegamento. Si véis que no se van, probad a calentar más el agua y tened cuidado de no quemaros.

Y así, queridos lectores, es como conseguimos despegar dos polipieles unidas con pegamento.


¡Ciao!

PD: * fragmento de definición de polipiel extraído de
http://www.ribescasals.com/blog/usos-y-caracteristicas-de-la-polipiel/-

martes, 11 de marzo de 2014

Review Lentillas "Angry Cat Eye"

Lentillas usadas para Carmilla en el Mangafest 2013.

Luz natural

Compradas en Pinky Paradise: http://www.pinkyparadise.com/

Gastos de envío gratuitos.

Tiempo de recepción: dos semanas.

Modelo: EOS Cosplay Angry Cat Eye Red-Yellow F67 Angry Cat

Medidas: 14 milímetros de diámetro. (Lentilla standard)

Duración estimada: 1 año.

Duración máxima recomendada con las lentillas puestas: 8 horas.

Son un par de lentillas de colores en el iris rojo cambiando la tonalidad al amarillo al acercarse a la pupila, la cual tiene forma de pupila de gato -vertical-. Lo suficientemente opacas para que no se muestre el color original del ojo. Dando el resultado que buscaba con este modelo.

Tras ponerme las lentillas, debido a la forma de la pupila, en penumbra no seguía viendo mi alrededor, sólo enfocaba de frente puesto que mi pupila estaba mas dilatada que la de la lentilla.

Luz articifial directa
A plena luz pasé el día sin sentir molestias en los ojos ni tampoco sentir la lentilla al bajar el párpado, cosa que me extrañó, ya que son duras como para tener los colores totalmente opacos y durar un año (las de tres meses suelen tener mayor contenido acuoso).
Con otras lentillas de ojo de gato, debido al peso que llevan para que la lentilla no gire, si me lo he pasado muy mal con ellas puestas, ya que este peso se notaba como un grano de arena permanente en el ojo.

A la hora de hacerme fotografías con ellas puestas, he observado que no dan reflejo ni efecto “ojos rojos”, lo cual añade un plus de efectividad a este modelo de lentillas.

Luz suave


En resumen: han sido exactamente lo que buscaba y cuando caduquen me las volveré a comprar.

Os recuerdo que si decidís realizar algún pedido, tenéis la posibilidad de hacerlo a través de mi link indicando en el momento de la compra mi código.

No os arrepentiréis.

jueves, 6 de marzo de 2014

¿Qué es el cosplay para un cosplayer?

¡Hola a todos de nuevo!

Hoy toca un post pensador, intelectual, estudioso, cuasi filosófico...

       Hay mil definiciones por ahí rondando de qué es el cosplay. Desde la definición que da la wikipedia, a la que dan los periódicos cada vez que vienen a cubrir un evento (variados desde el "convención de amantes de Pikachu" a usar la acepción típica de "costume+player")...

Pero excepto por blogs de conocidos que son cosplayers y lo viven desde dentro, nunca he encontrado una definición en la que me sienta incluida.

¿Qué es el cosplay para un cosplayer? y lo más importante ¿Para qué? o ¿Por qué?
 Creo que las dos últimas preguntas son las mas importantes a considerar, porque, seamos sinceros, un cosplay suele entrañar un pastizal, por norma general no recuperable.

Empecemos por el principio: ¿Por qué empezamos a meter la patita en este mundo?
Bueno, aquí la respuesta es variada, desde que "me metió un amigo" a "mis padres son unos frikazos y ya me disfrazaban cuando aun no tenia uso de conciencia" junto a la común "fui a un salón del manga a pasar el dia porque me pillaba cerca, me dieron envidia la gente con disfraces, y al año siguiente me hice uno"

¿Por qué sigo haciendo cosplay?
Cuando eres pequeño y dependiente de tus padres, vas y te aficionas a esto, vale, bien. Es divertido, haces el monguer por ahí, lo que hacen los "no-frikis" de tu edad te aburre mogollón, no es que tengas una vida plenamente ocupada de tiempo (tus estudios y trabajo se limitan a las 5 horas de colegio de lunes a viernes, y en algunos casos, un par de horas de alguna clase extraescolar), con lo cual la construcción del cosplay es algo más con lo que rellenar esa pechá de horas al día que estás mirando el ordenador, consola, techo... en tu casa. Y lo mas importante: en suma no tienes ni repajolera idea de cuánto te ha costado el trajecito, porque es un vicio que te pagan tus padres, (alguno dirá: yo lo pago de mi paga!, y yo responderé: un carajo!!! Que te gastes tu paga en el cosplay, bien, que el dinero del cosplay salga exclusivamente de tu paga, permíteme que lo dude, siempre te regalan algo, o tu madre/abuela, tía... te lo cose, o te dan dinero extra en tu cumpleaños para la peluca...o vas con tu madre a comprar telas...). La manera mas fácil de saber si tienes alguna parte del cosplay patrocinado, es si no tienes idea del precio del cómputo total de tu traje.
En resumidas cuentas: cuando empiezas, es divertido, tanto construirlo, como llevarlo, y no tan doloroso para el bolsillo como se termina volviendo con el paso de los años.

Pero, cuando sigues, todo lo que antes era una chiquillada y le pareció gracioso a tus padres se vuelve un "¿no eres ya un poquito mayor para esto?" "¿otra peluca? ¡¡pero si ya tienes 3!!", con lo cual tu hobby se vuelve enteramente responsabilidad tuya. Unido a que ahora si tienes que sufrir para ahorrar cada trozo del traje, que tienes el tiempo mucho mas limitado (empiezas unos estudios superiores, o a trabajar...)
Mucha gente abandona en este punto, un cosplay es mucho trabajo y mucho dinero para unas pocas horas de uso.
¿Quienes somos los que seguimos? Yo creo que podemos dividir esto en dos grupos:
   - Los egocéntricos en busca de chupar cámara
   -y los "ni mis colegas ni yo hemos madurado, así que vamos a seguir haciendo el canelo con chorri-cosplays de personajes que nos gustan"

La manera mas fácil de diferenciarlos suelen ser: los del primer grupo son los que ya pasan la veintena y empiezan a tener el cosplay como único hobby, todo su tiempo, dinero y hasta conversación, acaba volcado en el cosplay.
Los del segundo grupo son eso, un grupo cerrado, que andan siempre en contacto exclusivamente con el mismo grupo, y que no tienen interés en los demás. Estos además suelen tener docenas de cosplays que consisten en una camiseta y pantalones determinados y en los salones suelen ser esos de: "sé que lleva un cosplay porque lleva una peluca y va maquillado, pero ni puta idea de qué va."


A alguien del primer grupo le puedes preguntar: ¿pero por qué te haces el traje si ni siquiera vas a concursar? Y la respuesta general es: porque puedo y porque me gusta el personaje. Si puedes, pero si después revisando fotos del evento no encuentras ni una tuya, te cabreas, porque en el fondo eres un egocéntrico y quieres verte con todo tu trabajo reflejado en las fotos y/o vídeos. Si fuera sólo de verdad porque "puedes y te gusta el personaje" te daría igual, pero a ninguno nos da igual. Y como no nos da igual, cada vez llevamos trajes mas elaborados, llamativos, grandes... y nos metemos en un bucle sin fin en el que el cosplay pasa de ser un hobby a una obsesión.